Parece que nunca vaya a acabar y cuando por fin lo hace no acabas de creértelo. Otro semestre (o cuatrimestre) terminado. Y con él, un montón de horas de clase, toneladas de apuntes que verán el fondo del cubo de la basura en cuanto sepa las notas de todos los exámenes, trabajos en cuya realización he invertido más tiempo del que me hubiese gustado (y que hubiese dedicado a otras cosas como, por ejemplo, estudiar), profesores cuyo acento y formas de dar las clases nos han hecho pasar más de un buen rato (otros, no tanto, todo sea dicho) y sobretodo, este mes y pico de exámenes interminables de los cuales solamente tres de ellos eran de asignaturas finales (es decir, notas finales de las semestrales).
Mientras estás pendiente de estudiar para el próximo examen se te ocurren mil y una cosas que te gustaría hacer en lugar ponerte a hincar codos: ir a tal sitio, quedar con x persona, ver tal película, actualizar el blog, echarte unas carreras en el saf, saciar el espíritu consumista fnacquiano, cortarte el pelo de una vez, jugar al poker…
Y cuando por fin tienes tiempo para hacerlo piensas “buffff ¿Por dónde empiezo? Cuantas cosas por hacer, cuan poco tiempo para hacerlas y cuan pocas ganas de empezar..!”. Igualito que con los exámenes. Estudiar, lo que se dice estudiar, no me cuesta. Es más, me gusta, me entretiene y a veces incluso me divierte. Pero el ponerme a estudiar me cuesta horrores. Arrancar siempre ha sido lo que más difícil me ha resultado. Eso sí, una vez que me pongo no paro y cuando por fin acaba lo que quiera que tuviese por delante lo que me cuesta es desconectar.
Un ejemplo claro: Ayer tenía pensado volver a ir al saf hoy, cortarme el pelo, y de paso ir a ver Sweeney Todd que la echaban gratis (y en V.O!!!!) en el cine de la uni. Pues nada de nada. No he ido al saf porque estaba chispeando y he pensado que quizás podrían haber goteras en el gimnasio; sobre el pelo creo que al final me dejaré trenzas; y la película creo que tendré que ir a verla pagando como cualquier hijo de vecino al Parc Vallés.
Lo mejor de todo es que biológicamente aún funciono con el tempus de exámenes: Me he levantado sin despertador a las 07:30!!!!!!!
Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Así que me he dicho, voy a actualizar el blog que hace tiempo que lo tengo abandonado.
¡Por fin vuelvo a ser libre! Hasta la semana que viene…oj. 4 días, sólo 4 días desde el último examen hasta el inicio del 2º cuatrimestre. Para que digan que la vida del estudiante es fácil.
Aunque, a pesar de todo, me gusta.
