El equipo logró el principal objetivo marcado la temporada anterior que era mentenerse en la categoría y acabar entre los 5 primeros (posiciones que dan derecho a premio en forma de compensación económica). Se perdieron partidos importantes contra rivales directos, hubo cierta relajación en momentos determinantes y también derrotas y empates contra equipos claramentes inferiores.

Casi toda la temporada nos movimos en la zona media de la tabla hasta que el sprint final de Vidakovik y compañía logró lo impensable: acabar quintos. En la penúltima jornada estábamos a 3 puntos del 5º equipo. Jugamos contra ellos y ganamos. Nos pusimos quintos gracias al gol average. La última jordana la jugamos contra uno de los equipos de la zona de descenso y ganamos fácil. Como digo, objetivos alcanzados por los pelos.

Vidakovik volvió a marcar diferencias siendo el 2º máximo goleador del campeonato, pero desapareció en los momentos importantes de la temporada. O espabila o va a chupar más banquillo que Ezquerro. Hace falta fichar y fichar bien. Un portero y un delantero centro que le haga la competencia al mencionado Vidakovik. Un portero porque nuestro 2º es francamente malo y el primero no puede jugar todos los partidos (problemas de lesiones, acumulación de tarjetas etc.)

Aunque al menos yo, como manager, he escalado posiciones en la clasificación general (281) de entrenadores. En la nacional voy 69. Bonito número.

Mi equipo mantuvo el liderato de la liga durante 24 de las 30 jornadas de liga disputadas. Lo perdió a 4 partidos del final por culpa de un desafortunado empate a dos goles ante el tercero en discordía (Utopía) además de una incomprensible derrota por la mínima en el último partido de la primera vuelta ante el Sparta Plana. Pero un nuevo empate entre Sparta Plana y Utopia nos dejó nuevamente primeros, aunque empatados a puntos con los segundos.